Antonio Pérez Reinoso, buen Amigo Pastoreño, hoy quiero que estás palabras salidas desde el alma, te den fuerzas para el domingo, no es otra mi intención que esa humildemente pero que te den unas pocas de fuerzas para el día donde la más grande paseará por su barrio, por sus calles, por su gente, por sus pastoreños, por el jardín de almas que recogerá con su cayado y las acogerá bajo su bendito y sagrado manto…. El manto de una Gran Madre y a la vez una Reina tan milagrosa…
Son tantos los momentos vividos, tantas risas, lágrimas deslizadas….. Muchos momentos irrepetibles vividos contigo, doy gracias a la Divina Pastora por ponerme tu amistad en mi caminar, por que tú has sido mis oídos, él que me has comprendido y ayudado en lo que has podido en ocasiones muy…. “amargas” para mí.
Tú me has hecho creer y confiar más en la palabra Amistad, volver a sentir que menos mal que sigue existiendo gente buena de corazón como lo eres tú Amigo.
Días en los que nos hemos peleado con el mundo, ¿días? Más bien noches donde nos hemos tirado hablando “hasta las tantas” de que habría que apretar algún lazo de este mundo que a veces es tan complicado….
Me vienen muchos recuerdos, a la mente….
De los que destaco, esas noches organizando todo para la petalada de nuestra Pastora, para que todo quedara perfecto para ella.
Esos días de procesiones, de capilleo como se suele decir…
Que noche más grande aquella en la que entramos al camarín de la Patrona de Granada, la Virgen de las Angustias, allí estaba parecía que esperaba nuestra visita ese día.
Aquel día donde fuimos a hacerle una visita muy especial a la Divina Pastora , que grande fue esa visita Antonio, sabes que siempre te estaré muy agradecido por esa visita a la Madre de Dios tan especial.
Fue una visita fugaz, alegre por una parte pero triste por otra.
Alegre por que más que nunca la sentía más cerca, pero por otro lado se hubiera preferido que esa gran visita fuese sido para otro motivo y no para el de aquel día en donde la Madre parecía que se guardaba esa sonrisa angelical de Gran Madre que siempre tiene ella, para que sus ojos se rociarán de lágrimas al ver que un hijo suyo iba a perder a un ser querido.
Se me encogió el Alma al ver como caíste en ese llanto desesperado, los dos mirando a esa Madre pidiéndole ayuda para que aquel Pastoreño por el que siempre la tuvo en mente y llevaba su amor Pastoreño a todo el que hablará con él, le ayudará a dejar de sufrir más .
Ese día llegó el fue elevado a los Cielos, dos días pasados de nuestra visita a la casa de la Pastora Divina. Aunque no pude faltar a la Santa Misa en su honor, el miedo estaba en mí y es que se me partió el Alma al verte Amigo Antonio allí con tu familia rotos en llanto en su memoria… Donde en momentos como aquel dirías como dice la canción “Que no daría yo por empezar de nuevo”.
Pero alégrate Antonio, tú Padre de por seguro esta allí con ella llevándole buenas flores a sus pies para que su bendita Divina Pastora de las Almas, no llegue a pisar tierra, por que él llenará camino por donde pase su Pastora de preciosas, hermosas flores que suavizarán la tierra y llenarán de suaves aromas angelicales por donde pase.
Por eso y más que nunca este Domingo ármate de fuerza, ponte tu mejor escudo para ser fuerte y afrontar ese día.
Un año más la petalada a la Divina Pastora de las Almas, pero este año recuerda que esos pétalos los lanzarás por dos Almas, por la tuya pero también por la de tu Padre, en paz descanse.
Hago parte de la oración que le hiciste a tu Padre el día de su Santa Misa:
“AUNQUE YA NO ESTES A NUESTRO LADO
NO CREAS QUE TE HEMOS OLVIDADO
TU SIGUES VIVO EN NUESTROS CORAZONES
COMO UNA FLOR DE PRIMAVERA
Y EN NUESTRO CORAZON POR SIEMPRE VIVIRAS
HASTA QUE VOLVAMOS A ENCONTRARNOS”
NO CREAS QUE TE HEMOS OLVIDADO
TU SIGUES VIVO EN NUESTROS CORAZONES
COMO UNA FLOR DE PRIMAVERA
Y EN NUESTRO CORAZON POR SIEMPRE VIVIRAS
HASTA QUE VOLVAMOS A ENCONTRARNOS”
En la petalada de este año, muchos de los allí presentes aunque no lo manifestemos en nuestro corazón, estará y tú lo sabes, tú Padre, irá en su recuerdo y en ese amor tan grande que le tenía en vida.
¡¡ FUERZA AMIGO ANTONIO, FUERZA, QUE NO TE FALTEN ESOS VIVAS A LA PASTORA !!
Por si la amistad se pierde, por si no nos vemos más, porque siempre hay un futuro y el pasado ya no está, por eso te dedico estas líneas con cariño y amistad, de un amigo que te quiere y no te olvidará jamás
Y por último una vez más gracias por todo Antonio, aquí tienes un Amigo para lo que necesites, un fuerte abrazo pastoreño.
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